Terapia de sonido

El sonido transmite energía a través de un medio irradiando una vibración. La física mide el sonido en ciclos por segundo denominados hercios (Hz) en honor a Heinrich Hertz que fue el primero en medir la frecuencia en 1886. Nikola Tesla descubrió que un cuerpo humano sano vibra a 62-78 MHz. La enfermedad comienza en 58 MHz. La vulnerabilidad a los resfriados y la gripe comienza en el rango de 57-60 MHz y el cáncer en 42 MHz. Hoy en día los estudios científicos están demostrando las capacidades del sonido para afectar a la fisiología del cuerpo que las culturas antiguas han practicado durante siglos con didyeridús, gongs y cánticos. La Niels Bohr Institute reveló que los nervios comunican todo el cuerpo con el sonido. El profesor James Gimzewski descubrió que las células cantan entre sí en frecuencias centradas en torno a 1000 Hz. Ahora existen nuevas tecnologías de sonido que están consiguiendo alivio y bienestar como Biofield Tuning, SonicRx y Cymatherapy. El sonido tiene la capacidad de penetrar profundamente en el cuerpo e interrumpir los patrones de tensión y resistencia para permitir que la energía fluya y que todos los sistemas corporales funcionen de forma óptima. Los ritmos binaurales pueden relajar las ondas cerebrales beta hasta un estado alfa que induce a la calma y trae la mente al momento presente. Los ultrasonidos pueden utilizarse para romper los cálculos renales de modo que la materia pueda expulsarse de forma natural del sistema sin necesidad de cirugía. El cuerpo está afinado o desafinado. El sistema humano quiere estar en armonía, así que cuando se introduce una señal coherente fuerte, el cuerpo se alinea de forma natural con ella y se puede experimentar una salud óptima.