Medicina energética

La medicina energética engloba diversas modalidades que utilizan la energía para reparar el biocampo del cuerpo. Estos tratamientos se consideran terapias integradoras complementarias que se utilizan junto con otras prácticas curativas para optimizar la salud y el bienestar de una persona. Encontrar el tratamiento más eficaz es un viaje personal y único para cada individuo. Dado que la mayoría de las terapias de sanación energética no son invasivas, es seguro probar diferentes formas y descubrir qué funciona mejor. En general, la medicina energética restaura la armonía, la energía y el equilibrio del receptor canalizando la energía de la fuerza vital en el cuerpo. Las cargas de energía canalizadas a través de un profesional o desde un dispositivo estimulan los circuitos energéticos del cuerpo permitiendo que la energía fluya, despejando bloqueos y facilitando las capacidades naturales de auto-curación del cuerpo. El cuerpo humano tiene una capacidad innata para curarse a sí mismo, pero el estilo de vida actual de los tiempos modernos crea acumulaciones tóxicas y estrés que bloquean el flujo de energía causando enfermedades y dolencias. El cuerpo no miente y nos comunicará que algo tiene que cambiar y desplazarse para que nuestra energía vuelva a fluir hacia la homeostasis. Esto puede expresarse no sólo desde nuestro cuerpo físico, sino también a través de nuestro cuerpo mental, emocional y/o espiritual. Beneficios de la medicina energética: Físicos: - Mejora el sistema inmunológico - Acelera la recuperación de lesiones - Ayuda a reequilibrar los sistemas digestivo, nervioso y endocrino - Ayuda a aliviar el dolor. Mentales: - Ayuda a procesar patrones de pensamiento negativos - Ayuda a liberar miedos - Estimula la confianza - Apoya la neuroplasticidad. Emocionales: - Alivia la ansiedad - Aminora la depresión - Ayuda a procesar el duelo - Libera el estrés. Espirituales: - Estimula la intuición - Ayuda a conectar con un poder superior - Apoya la iluminación - Guía el propósito del alma.